Un 24,5% de las personas señala estar recibiendo un tratamiento para la depresión, ansiedad u otro. No obstante, la accesibilidad sigue siendo una barrera crítica considerando que 49% de los encuestados reconoce que es difícil o muy difícil acceder a consultas generales de salud mental. La medición también abordó temáticas asociadas a la salud dental, donde un 62,6% de los consultados declara que es muy difícil o difícil poder realizarse este tipo de tratamientos.
Para el 52,3% de los encuestados la situación de la salud en el país se mantendrá igual y el 27,7% estima que empeorará. Frente a este escenario, las principales prioridades para mejorar la atención siguen siendo la incorporación de más especialistas (69,9 %) y la reducción de las listas de espera (62,5 %). En esta línea, un 44,5% de las personas estaría dispuesto a recibir atención de personal no médico capacitado en prestaciones como servicios preventivos, manejo de enfermedades crónicas, controles de niño sano y de embarazo, entre otros.
En segundo lugar, se posiciona seguridad subiendo de 71,6% a 75,9%, superando la ahora tercera prioridad, que es educación con un 75,1%. Además, 54,2% piensa que el Estado debería enfocarse en lograr mayores ingresos a través del crecimiento económico, la inversión y la creación de empleo.
La encuesta, además, reveló que creció la proporción de quienes consideran que el proyecto de ley que busca implementar los fallos de la Corte Suprema empeorará la atención de salud de las personas en Isapres y Fonasa.