La educación escolar pública obtuvo una calificación “roja” de 3,2 (de una escala de 1 a 7), la educación escolar subvencionada un 4,2 y la educación escolar privada un 5,7. La medición también abordó la percepción de los problemas más urgentes a resolver en el sistema educativo, entre los cuales se encuentra la violencia escolar (38,7%), formación inicial y continua de docentes (32,8%), convivencia escolar (30,7%) y el apoyo a la salud mental de los estudiantes (29%).
La medición elaborada por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián también apuntó a los padres y apoderados como los principales responsables de la violencia en los colegios, con un 77,4%. Un 89,8% también cree que éstos deben jugar un rol clave para superar la violencia en los establecimientos educacionales. Con relación a la focalización de recursos fiscales de la Ley de Presupuesto, un 52,4% de los chilenos cree que la prioridad debe estar puesta en la educación básica.